A veces los papás se preguntan por qué razón se les suele recomendar que realicen ejercicios o juegos de estimulación con su bebé. La cuestión es sencilla, el bebé en su primer año de vida recibirá muchos estímulos a través de los cinco sentidos y su mamá y su papá son los responsables de que a través de esos primeros estímulos el bebé aprenda y ponga en marcha sus funciones de acuerdo a cada etapa de desarrollo. El pequeño, en su primera etapa de la vida recibe de sus papas las primeras sensaciones y lo hace a través de las caricias, miradas, sonrisas o con los cuidados básicos y con todo ello se producen momentos de conexión con los pequeños muy importantes para el bebé y para sus papás.
Por ello, con unos sencillos juegos o ejercicios podéis conseguir descubrir al pequeño un nuevo mundo que se abre ante sus ojos. Recordad que esa sensación de ver que tu pequeño va superando pequeños retos, va reconociendo, mirando y aprendiendo, es algo que perdurará toda la vida en vuestro recuerdo. Por ello os invito a que no dejéis de lado esos momentos que os ayudan a establecer un vínculo importante con vuestro bebé.
Debes tener en cuenta que cuánto menos edad tenga tu pequeñín, los juegos o ejercicios deberán durar menos y ser más rápidos a la hora de realizarlos. Para estimular la musculatura del cuello del pequeño y sus bracitos, a partir de los tres o cuatro meses, puedes poner un cojín estilo rulo en el suelo y cogiendo con fuerza a tu pequeño ponerlo encima y hacer que ruede como si estuviera a punto de volar. Otro de los ejercicios básicos que se suelen enseñar a las mamis y que ayuda tanto a éstas como a los peques es estirarse en el suelo y flexionar las rodillas. Coloca al bebe sobre tus piernas, entre las rodillas y los empeines, sujétale con las manos y balancéale suavemente subiendo y bajando las piernas, poco a poco. Por otro lado, si dispones de un balón de playa grande, puedes sentarlo encima, sujetándolo con firmeza y dejar que se balancee de un lado a otro, permitiendo que desarrolle la orientación del espacio. Es importante que el bebé siempre esté sujeto con firmeza para darle seguridad.
Otro juego, con el que disfrutará y que puedes hacer a partir de los cuatro o cinco meses, es el de hacerlo subir peldaños, por su puesto bien sujeto, pero permítele que intente flexionar las piernecitas. De esa manera le estarás ayudando a que ensaye lo que vendrá poco después: el gateo. Por último os explicamos un ejercicio que también le ayudará a estimular el sentido espacial: busca un dibujo donde esté contrastado el blanco y el negro, estira al pequeñín en una alfombra cómoda y enséñale el dibujo mientras lo mueves suavemente de un lado a otro, puedes ir intercambiando dibujos para no perder su atención.
Este ejercicio lo puedes hacer con instrumentos de música que capten su atención, como por ejemplo unos cascabeles o un sonajero y hacer que suene a un lado u otro de su cabecita, para que busque de dónde sale el sonido. Otro ejercicio que puedes practicar en casa es el de estimular el tacto del pequeñín. Por ejemplo, puedes poner en un cuenco pasta seca de diferentes formas que pueda tocar con sus manitas u ofrecerle diferentes tipos de texturas.
Por ello, con unos sencillos juegos o ejercicios podéis conseguir descubrir al pequeño un nuevo mundo que se abre ante sus ojos. Recordad que esa sensación de ver que tu pequeño va superando pequeños retos, va reconociendo, mirando y aprendiendo, es algo que perdurará toda la vida en vuestro recuerdo. Por ello os invito a que no dejéis de lado esos momentos que os ayudan a establecer un vínculo importante con vuestro bebé.
Debes tener en cuenta que cuánto menos edad tenga tu pequeñín, los juegos o ejercicios deberán durar menos y ser más rápidos a la hora de realizarlos. Para estimular la musculatura del cuello del pequeño y sus bracitos, a partir de los tres o cuatro meses, puedes poner un cojín estilo rulo en el suelo y cogiendo con fuerza a tu pequeño ponerlo encima y hacer que ruede como si estuviera a punto de volar. Otro de los ejercicios básicos que se suelen enseñar a las mamis y que ayuda tanto a éstas como a los peques es estirarse en el suelo y flexionar las rodillas. Coloca al bebe sobre tus piernas, entre las rodillas y los empeines, sujétale con las manos y balancéale suavemente subiendo y bajando las piernas, poco a poco. Por otro lado, si dispones de un balón de playa grande, puedes sentarlo encima, sujetándolo con firmeza y dejar que se balancee de un lado a otro, permitiendo que desarrolle la orientación del espacio. Es importante que el bebé siempre esté sujeto con firmeza para darle seguridad.
Otro juego, con el que disfrutará y que puedes hacer a partir de los cuatro o cinco meses, es el de hacerlo subir peldaños, por su puesto bien sujeto, pero permítele que intente flexionar las piernecitas. De esa manera le estarás ayudando a que ensaye lo que vendrá poco después: el gateo. Por último os explicamos un ejercicio que también le ayudará a estimular el sentido espacial: busca un dibujo donde esté contrastado el blanco y el negro, estira al pequeñín en una alfombra cómoda y enséñale el dibujo mientras lo mueves suavemente de un lado a otro, puedes ir intercambiando dibujos para no perder su atención.
Este ejercicio lo puedes hacer con instrumentos de música que capten su atención, como por ejemplo unos cascabeles o un sonajero y hacer que suene a un lado u otro de su cabecita, para que busque de dónde sale el sonido. Otro ejercicio que puedes practicar en casa es el de estimular el tacto del pequeñín. Por ejemplo, puedes poner en un cuenco pasta seca de diferentes formas que pueda tocar con sus manitas u ofrecerle diferentes tipos de texturas.
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