El estrés y la tensión que experimentamos a diario hacen que, poco a poco, nos vayamos quedando sin energía, tanto física como mental, y no nos veamos capaces de hacer todo aquello que nos gustaría.
§ Para romper con este círculo vicioso, debemos tomar la decisión firme de modificar nuestro estilo de vida. Podemos empezar revisando nuestras prioridades y poniendo un poco de orden en nuestra vida. En ocasiones, un simple cambio de rutina puede solucionar el problema.
§ Intenta simplificar tu vida. Desembarázate de todo aquello que te suponga un problema y que no te aporte nada positivo. Te sentirás aliviado/a y ahorrarás tiempo y energía vital.
§ Para no estresarte, haz pequeñas pausas en tu actividad diaria para desconectar. Dedicar unos minutos para respirar profundamente, escuchar una canción, hacerse una infusión, etc. te ayudara a relajarte y recuperar el control sobre ti mismo/a.
§ Trata de evitar las emociones negativas. Para ello, aprende a tomarte la vida de la mejor manera posible. Una buena idea es repetir frases positivas para animarte en los momentos difíciles y reafirmar tus cualidades. También te puede ayudar relacionarte más con personas optimistas, para que te contagies con su entusiasmo.
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