Algunos estudios le confieren al yoga importantes beneficios para la salud, entre ellos, el control de la hipertensión arterial y la reducción de los niveles de estrés. Estos dos factores tienen gran influencia en las patologías cardiovasculares, la principal causa de muerte en el mundo. Por esta razón, la práctica del yoga, combinada con buenos hábitos alimentarios, es la fórmula perfecta en estos tiempos en los que el sedentarismo, la mala alimentación y otras costumbres como el consumo de tabaco, pueden minar nuestra calidad de vida.
¿Qué tipo de yoga me conviene practicar?
Dentro del Hatha Yoga existen diversos estilos de práctica, como el Asthanga y el Iyen¬gar. A continuación presentamos algunas de sus especificaciones:
• Ashtanga Yoga: en su forma más tradicional debe ser transmitida del maestro al alum¬no de forma individual, lo que hace más difícil su práctica masiva. Éste es un estilo muy demandado y requiere una excelente condición física y flexibilidad.
• Iyengar: pone mucho énfasis en la correcta alineación del cuerpo y una buena respi-ración. En este estilo se incorpora el uso de bloques de madera y correas para facilitar la realización correcta de las posturas.
Yoga y Salud
Si bien en términos de impacto en la salud la disminución del estrés parece ser el efecto más evidente del yoga, también se han descrito otros beneficios como:
• disminución de dolores articulares;
• mejora de la función respiratoria, circulatoria, digestiva y glandular; • mejora en la postura lumbar;
• estimulación del sistema inmune;
• control del sobrepeso;
• sensación de bienestar físico y emocional, que puede incluso ayudar a revertir los efectos de los cuadros depresivos.
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