Para disfrutar del amor, no basta con dejarse querer. Es necesario, además, tomar un papel activo y responsabilizarlos de la felicidad del otro. Solo así conseguiremos un afecto mutuo y unas relaciones enriquecedoras.
Ø Si hay algo que crees que falla en tu relación, en lugar de quererte, intenta adoptar un papel activo. Si por ejemplo te gustaría que tu pareja fuera más cariñosa, sé tú cariñoso/a con ella. De esta manera, se establecerá un afecto boomerang que beneficiara a los dos, ya que si él o ella se siente querido, no tardará en corresponderle en creces.
Ø Lo mismo podemos decir cuando tiene lugar una discusión. En lugar de querer salirte con la tuya sea como sea, procura adoptar una actitud empática, es decir, ponte en lugar del otro e intenta corresponderle. Conseguirás que se establezca una corriente de entendimiento mutuo que favorecerá la resolución del conflicto.
Ø Y, por último, no olvides nunca que, para que el otro respete tus derechos, tú también debes respetar los suyos. No permitas que sea siempre uno de los dos el que deba ceder ante los deseos del otro. Hay que procurar conseguir el equilibrio en la relación
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