Los antiguos reconocían en la zanahoria el valor nutritivo y la virtud terapéutica de reforzar la agudeza visual, pero no la apreciaban como verdura.
Las zanahorias son mejores cuando son muy jóvenes. Se consumen crudas, ralladas más o menos finamente, y sazonadas con una vinagreta, o solo con zumo de limón, aceite de oliva, sal y pimienta. Cocidas, las zanahorias se preparan glaseadas, a la crema, a las finas hierbas, a la Vichy, a la jardinera, en puré o en soufflé.
Además, las zanahorias tienen un gran protagonismo en sopas, purés, cremas y fondos de cocción (brunoise, caldo corto). Para su preparación, las zanahorias se pueden cortar de distintas maneras: en rodajas, en bastoncillos, en dados o en juliana.
La zanahoria es una verdura que se presta bien a la esterilización y a la ultracongelación, y que contribuye a mantener una piel sana y un bronceado perfecto. Una de las propiedades de la zanahoria es que refuerza el buen funcionamiento del organismo, ya que contiene grandes cantidades de vitamina A pero, además, su alto contenido en betacaroteno, un antioxidante natural, nos ayuda a lucir y mantener durante más tiempo un bronceado espléndido.
El sol reseca la epidermis y la envejece, por eso es fundamental mantenerla bien hidratada. Una buena forma para que la piel esté en buen estado es que nuestro organismo acumule vitamina A. Una de las propiedades de la zanahoria es que contiene grandes dosis de este antioxidante que nos protegerá contra los dañinos rayos ultravioleta.
Los laboratorios cosméticos descubrieron hace tiempo los beneficios que reporta la zanahoria a nuestra piel, por eso es fácil encontrar cremas faciales, corporales y aceites con un alto contenido en zanahoria.
Antioxidante natural
En verano, la ingesta de zanahoria actúa contra estos radicales que se generan por una excesiva exposición solar. Los carotenos que posee en gran cantidad la zanahoria tienen grandes virtudes dietéticas pero también protegen la piel frente a los efectos negativos procedentes de los rayos solares. Mantienen la piel hidratada y le proporcionan un tono bronceado durante más tiempo.
La zanahoria cruda aporta más propiedades que si se come cocida: elimina cólicos, disipa gases, tiene efectos diuréticos y beneficia la visión, entre otras. Además, comer zanahoria ayuda a la protección de la epidermis, de hecho, hay cremas elaboradas con este vegetal que permiten que la exposición solar sea segura para la piel.
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