Lo necesitas para la formación y el mantenimiento de los huesos. Es especialmente importante durante las primeras etapas del crecimiento y el desarrollo. También es básico para la salud ósea y dental; la coagulación de la sangre; y actúa como responsable de la contracción muscular, incluido el corazón.
El 25% de la masa ósea se consigue entre los 11 y los 14 años. Los huesos son tejidos vivos, que crecen aproximadamente hasta los 30 años y requieren de un muy buen depósito de calcio en la edad juvenil para mantenerlos. La falta de actividad física y una mala dieta carente de lácteos, debilitan los huesos y después de los 30 años se empieza a perder masa ósea.
¿De dónde lo obtienes?
Las fuentes de suministro de calcio para tu cuerpo son, habitualmente, los lácteos y sus derivados. También está en los vegetales de hoja verde; en los pescados en lata como las sardinas; en los cereales y panes enriquecidos.
EL DATO: el calcio que proviene de los lácteos y pescados en lata se asimila mucho mejor que el de los vegetales.
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