MENOPAUSIA Y ANDROPAUSIA: la reducción hormonal que tanto hombres como mujeres deben afrontar."CUIDA TU SALUD" RADIO CORAZON Y VIDA

Durante muchos años, la medicina se centró en el tema de la menopausia y sus posibles riesgos, dejando de lado a los varones.
Sin embargo, y a pesar de que la disminución de las hormonas es más acentuado en el caso de las mujeres, en el sexo masculino también se ha de considerar algunos aspectos que tienen que ver con la pérdida de las funciones fisiológicas, tanto físicas como cognitivas.
Aquí tienes algunas claves para saber, seas hombre o mujer, cómo afrontar la llegada de estos cambios.
La andropausia. ¿Qué cambios experimentan los hombres?
La menor cantidad de hormonas en los hombres se manifiesta a través de diversos síntomas: pérdida de masa muscular, deterioro de la capacidad intelectual (memoria y concentración), caída del vello corporal, disminución de la densidad ósea, cambios emotivos repentinos, alteraciones del estado de ánimo, desgana, trastornos del sueño, menor apetito sexual y aumento de los triglicéridos y el colesterol (con el consiguiente mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares). Un estado que se conoce como andropausia,  para asimilarlo al proceso que vive la mujer,  pero que presenta enormes diferencias con la menopausia. Y es que en el hombre no tiene un principio definido, se manifiesta de modo más lento y gradual (pasados los 60 años), no es estable en el tiempo y  no presenta síntomas tan evidentes y generalizados como los que se suceden cuando la mujer pone punto y final a su capacidad reproductiva.

Esta capacidad, sin embargo, es mantenida por el hombre, que no ve interrumpida completamente su función testicular. Y si bien se trata de un fenómeno que sí puede ser tratado, o asistido por un especialista para vivirlo de la mejor manera posible,  las consultas por este tema son muy pocas. En definitiva… pese a que andropausia y menopausia son dos términos distintos, ambos hacen referencia a una evolución fisiológica normal tanto de mujeres como de hombres, que corresponde a una nueva etapa de madurez. ¡Te invitamos a disfrutarla en plenitud!

Los expertos explican que esto se debe, principalmente, a que el hombre no quiere hablar tan abiertamente de su sexualidad por temor a la ridiculización y al enfrentamiento de los trastornos de la libido. Sin embargo, no consultar a un doctor impide que haya un diagnóstico adecuado que valide un tratamiento con terapia hormonal o  descarte otras enfermedades, como los trastornos de la glándula tiroides, déficit  de vitaminas B12 o Vitamina D, diabetes e incluso una depresión.

Es así como, a pesar de que todavía no se ha extendido su uso, actualmente existe la posibilidad de administrar a los hombres una terapia hormonal con testosterona que alivie las molestias y reduzca los riesgos asociados a la disminución de la actividad de las gónadas; sin embargo, aún no existen resultados fiables de los beneficios a largo plazo de esta terapia y está absolutamente contraindicada en pacientes con cáncer de próstata o hepático. En todo caso, y al igual que en las mujeres, la recomendación para prevenir posibles trastornos es mucho más amplia y tiene que ver, básicamente, con un estilo de vida saludable y una correcta nutrición.

Recuerda siempre que el ejercicio físico y una alimentación equilibrada es la base para lograr un estado de bienestar y llevar una vida sana.

La Menopausia.
Este periodo comienza con el cese de las menstruaciones, que puede ocurrir entre los 40 y los 55 años aunque lo habitual es que suceda entre los 48 y 52.

Mejorar la calidad de vida en esta etapa ha sido una preocupación prioritaria en la medicina moderna, ya que con la expectativa de vida de la mujer actual , al llegar a la menopausia pueden quedar unos 30 más de fructífera vida por delante. Por eso hoy en día se pone especial énfasis en la prevención de los riesgos asociados a este profundo cambio hormonal, ya que con la reducción de la actividad ovárica y la consiguiente caída en los niveles de estrógenos, se podría padecer sudoración profusa, inestabilidad emocional y pérdida del apetito sexual, además de un mayor riesgo de sufrir osteoporosis, alteraciones cardíacas, depresión, alzheimer e infecciones en el aparato urogenital. Pero es posible prevenir todos estos trastornos y estas patologías mediante la práctica de actividad física regular, buenos hábitos alimenticios y la realización periódica de exámenes preventivos para descartar la aparición de algún problema. En esta etapa también se puede, previa consulta médica, recurrir a una terapia de reemplazo hormonal (TRH), con estrógenos o una combinación de hormonas.

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