En la edad adulta, ya hemos dejado atrás nuestro crecimiento y
nuestro desarrollo, y en la mayoría de los casos hemos establecido una
pauta de alimentación que, si es adecuada, no nos conviene abandonar.
Siguiendo una dieta equilibrada podremos mantenernos sanos y activos, y
ayudaremos a prevenir la aparición de posibles enfermedades en el
futuro.
Los nutrientes que el organismo necesita a diario para
cubrir sus necesidades nutricionales son las proteínas, hidratos de
carbono, grasas, elementos minerales, vitaminas y agua.
Las
cantidades necesarias varían en función de la talla, edad, estado de
salud, actividad física y estado fisiológico. Es importante que no nos
olvidemos de:
• Una adecuada repartición de las comidas. Si cada
día tomas desayuno, almuerzo y cena, en cantidades equilibradas, así
como dos tentempiés a media mañana y por la tarde, el organismo
funcionará adecuadamente. Sin embargo, saltarse una comida, tomar el
desayuno con precipitación o no cenar, puede producir fatiga, problemas
de concentración, incremento de peso, etc.